Sparta Praha 3 - Athletic Club de Bilbao 1
Alguien podría pensar viendo el resultado final que el Sparta es un gran equipo, uno de esos conjuntos que llega a intimidar en competición europea. Nada más lejos de la realidad. Los checos disponen de un bloque muy apañado, de un extraordinario extremo derecho llamado Kadiec y del oficio suficiente como para llevarse un partido que se lo ponen a huevo.
¿Qué le ocurre a este Athletic?
Vuelve a resultar difícil, por no decir imposible, explicar qué es lo que le ocurre a este Athletic. Dentro y fuera del campo. En el césped va de derrota en derrota y fuera de la cancha de movida en movida. Así no hay forma de ilusionarse, de reencontrarse, de demostrar a propios y a extraños que lo de la campaña pasada no fue fruto de la casualidad.
“Este no es mi Athletic, que me lo han cambiado”, puede pensar y piensa un buen número de aficionados, seguidores e hinchas rojiblancos. Lo de este jueves en Praga hay que enmarcarlo en un nuevo descalabro, en otra muestra más de impotencia. Querer quieren los pupilos de Bielsa. Lo malo y preocupante es que no pueden. Si no falla el portero en un tiro aparentemente 'parable' lo hace la defensa en un saque de banda, el centro del campo a la hora de combinar o los delanteros en el momento de realizar el pase de la muerte.
Sobran errores y faltan aciertos.
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