Athletic Club de Bilbao 2 - Sevilla F.C. 1
Sangre, sudor y casí lagrimas le costó al Athletic el triunfo frente al Sevilla. Los rojiblancos tenían el partido controlado en la segunda mitad hasta que el colegiado decidió expulsar, por doble amarilla, a Herrera y Negredo, de penalti, redujo distancias en el marcador.
Los hispalenses, dormidos hasta entonces, salieron de su letargo y llevaron la angustia a las gradas de San Mamés. Los leones, pese a jugar en inferioridad en esta fase crítica, supieron llegar hasta el final con ventaja en el marcador. Tres puntos sumamente importantes para el necesitado equipo bilbaíno. Ambos conjuntos, eso sí, tuvieron una cosa en común: el arbitraje. Lo de Hernández Hernández tuvo tela.
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