El Betis se acerca más a segunda división tras caer ante el Athletic de Bilbao (0-2) en un partido que acabó con nueve futbolistas en el campo, con una imagen pésima como equipo y con la paupérrima actuación del colegiado extremeño Gil Manzano.
Sin que le hiciera ninguna falta a los pupilos de Ernesto Valverde, que fueron siempre superiores, el árbitro se inclinó por mirar hacia otro lado cuando alguna jugada polémica era claramente favorable a los de Calderón. Por contra, no dudó en marcar pena máxima a favor de los leones cuando la entrada a Kike Sola se produjo fuera del área mientras se olvidó de hacer lo propio con una mano clarísima de Balenziaga. Demasiados errores.
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