Semifinalista de la Europa League. Casi nada. El Athletic de Bielsa ha certificado en San Mamés la eliminación del Schalke de Raúl. Los leones han tenido que sudar su clasificación, puesto que los alemanes no entregaron la cuchara hasta prácticamente el mismo pitido final.
Los bilbaínos tuvieron que sobreponerse esta vez a varias adversidades. Los germanos se adelantaron en el marcador en dos ocasiones, pero la respuesta rojiblanca no se hizo esperar: empate prácticamente inmediato. La propuesta agresiva y física lanzada por Stevens también necesitó de la pertinente réplica local. El Athletic hizo de la posesión del balón y de su vocación ofensiva dos sólidos argumentos para no caer en la trampa tendida por el entrenador visitante.
Otro de los factores a subsanar sobre la marcha por el Athletic fue el bajo rendimiento de dos de sus futbolistas más determinantes. Herrera no pudo acabar esta vez ni el primer tiempo. Llorente tampoco duró mucho más sobre el verde una vez firmado el empate a dos.
Ibai, sustituto del centrocampista bilbaíno, tuvo además un papel en el encuentro. De su bota derecha nació el gol que supuso el 1-1 provisional y que cortó las alas a un Schalke que ya amenazaba con empezar a volvar sobre La Catedral. El estreno realizador como león del de Santutxu no pudo resultar más oportuno.
Bielsa, en cualquier caso, volvió a demostrar que no se casa con nadie, que los intereses colectivos priman por encima de cualquier individualidad. Solo así se puede entender el cambio del propio Ibai por San José cuando tanto el encuentro como los propios cuartos de final languidecían. Había que hacerse fuertes atrás y evitar sorpresas desagradables. El Sporting de Lisboa aguarda ahora en 'semis', pero ésa será otra historia. La de este jueves, gracias al sobrio trabajo de los leones, terminó en fiesta.
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