El Athletic Club, con bastante más sufrimiento del que esperaba, se ha clasificado para la eliminatoria de acceso a la fase de grupos de la Liga Europa a pesar de perder por 2-1 en Croacia frente al Slaven gracias al 3-1 logrado en la ida en San Mamés, hace una semana.
El gol marcado por Iker Muniain en el comienzo de la segunda parte es el que ha certificado el pase de un Athletic que se ha ido al descanso con un inquietante 1-0 en contra y, tras ese tanto del navarro, ha pasado por ciertos apuros tras encajar el segundo gol a veinte minutos del final.
Con el once esperado, y el único cambio respecto al choque de ida de la entrada de Ekiza por Ramalho en el eje de la defensa, el Athletic ha completado una pésima primera mitad y ha estado a punto de tirar por la borda su ventaja ante un rival que, con menos calidad pero mucho más ardor, le ha puesto contra las cuerdas.
Sin intensidad ni ideas y con una alarmante fragilidad defensiva, el equipo rojiblanco ha sufrido y mucho, a pesar de haber disfrutado de la primera ocasión a los cuatro minutos de partido en un balón que Iturraspe ha mandado fuera en una buena posición.
Con el partido cada vez más del lado croata, han saltado las alarmas en las filas bilbaínas cuando Maras ha salvado la barrera en un lanzamiento de falta en el minuto 28 que ha colocado el 1-0.
El tanto local, lejos de provocar la reacción de los de Bielsa, ha dejado más en evidencia la incomodidad y la falta de ideas del Athletic que podía haberse ido al descanso con la eliminatoria en contra si el tiro desde fuera del área de Puric en el minuto 42 no se hubiera estrellado en el palo de la portería visitante.
A la vista del desaguisado, el técnico argentino ha optado por dar un giro radical a su equipo dando entrada de golpe a Llorente, Muniain y Ruiz de Galarreta y reubicando al resto del equipo.
El reajuste apenas ha tardado dos minutos en surtir efecto, el tiempo que ha tardado Susaeta en meter un gran pase a la espalda de la defensa croata para Llorente.
El delantero internacional, el gran protagonista en los últimos días, ha regalado un balón de oro para que Muniain sólo tuviera que empujarlo a la red y poner el 1-1
El gol ha aplacado los ánimos locales y parecía haber dejado definida la eliminatoria a favor del Athletic, que ha tenido dos claras ocasiones de cerrar el partido a través de Llorente (m.55), en una jugada en la que el atacante ha reclamado penalti, y de un disparo a bocajarro de Isma López (m.61).
Pero un nuevo error defensivo ha vuelto a dar vida al Slaven. Gregurina, que llevaba dos minutos en el campo, ha recibido un balón completamente sólo cerca del área y ha enganchado un disparo intencionado pero sin mucha fuerza que ha tocado Iraola lo justo para despistar a Iraizoz.
