Partidazo en Los Cármenes. A falta de exquisitez futbolística, el encuentro que depararon Granada y Athletic resultó un auténtico espectáculo. Hubo de todo. Goles, expulsión, penalti fallado y, sobre todo, emoción hasta el pitido final.
El equipo de Ábel parecía tener amarrados los tres puntos cuando Geijo firmaba el 2-0 a falta de menos de veinte minutos para la conclusión. Nada más lejos de la realidad. El conjunto de Bielsa llegó a tiempo de nivelar la contienda e incluso tuvo opciones al final para llevarse los tres puntos.
A los andaluces les cabe el mérito de haber plantado cara durante cerca de una hora en inferioridad numérica ante un rival ambicioso y ofensivo como pocos. El punto, visto lo visto, también tendrá que satisfacer las expectativas bilbaínas porque todo parecía abocado hacia la derrota. Y es que los vizcaínos, una vez más, dieron muchas facilidades atrás y perdonaron lo imperdonable arriba. Esta vez hasta Llorente desperdició una pena máxima.
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